La Vida a Contrarreloj
Tras un accidente de tráfico, la supervivencia de los heridos depende en gran parte del buen funcionamiento de los servicios de emergencia. Llegar pronto y actuar bien puede evitar hasta un 35% de las muertes que se producen en la primera hora tras el accidente.
El tiempo es oro y si hablamos de accidentes, es algo más: es vida. Traspasar esa línea que separa la vida y la muerte tras un accidente de tráfico puede depender de que la ambulancia y los bomberos lleguen en el menor tiempo posible, de que el rescate sea rápido, de que se aplique el auxilio adecuado o que se traslade al herido al centro médico idóneo, que no siempre es el más cercano. También es importante que la primera persona que socorre a los heridos, que suele ser un testigo, un policía, un bombero…, actúe adecuadamente.
Según los expertos, el 75% de las personas que fallecen a consecuencia de un accidente de tráfico lo hacen en los primeros sesenta minutos, en lo que se conoce como la “hora de oro”. Adams Crowley, cirujano militar y director del Centro de Atención al Shock traumático de Maryland (EE. UU.), fue el primero en utilizar este término: “Hay una hora de oro entre la vida y la muerte. Si estás gravemente lesionado, tienes menos de sesenta minutos para sobrevivir. Puedes no morir entonces, pero lo puedes hacer tres días o dos semanas después, porque algo ha ocurrido en tu cuerpo que es irreparable”.
Tras un accidente de tráfico, el 10% de las víctimas mortales fallece al instante o en los siguientes minutos a causa de lesiones muy graves. Son muertes muy difíciles de evitar.
Otro 15% de las víctimas muere varias horas o días después en el hospital como consecuencia de complicaciones tras el tratamiento inicial. Es necesario un gran esfuerzo económico y un gran número de recursos para reducir la mortalidad en esta fase.
Por último, hay un 75% de muertes que se producen en la primera o segunda hora tras el accidente. En esta fase es en la que se puede evitar el mayor número de fallecimientos a través de una asistencia inicial adecuada.
Según Fernando Ayuso, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SAMU) de Andalucía, “realizando una gestión eficaz y mejorando la actuación de todos los participantes en la atención a los heridos de un accidente de tráfico, se puede disminuir la mortalidad hasta un 35% y mejorar el pronóstico de los supervivientes”.
Los conductores y demás usuarios de las vías que se vean implicados en un accidente de tráfico están obligados a adoptar las medidas necesarias para auxiliar o solicitar auxilio para atender las víctimas, si las hubiere, prestar su colaboración para evitar mayores peligros o daños, restablecer, en la medida de lo posible, la seguridad de la circulación, establecer los hechos y colaborar con la Autoridad o sus Agentes.
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Fuente: Revista Trafico y Seguridad vial.
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